HISTORIA
DE ESPAÑA (PAU)
PRIMERA PARTE: RAÍCES HISTÓRICAS
DE LA ESPAÑA
CONTEMPORÁNEA
PERVIVENCIA DEL LEGADO ROMANO EN LA CULTURA HISPÁNICA.
ORIGEN, EVOLUCIÓN Y DIVERSIDAD CULTURAL DE LAS ENTIDADES POLÍTICAS PENINSULARES
EN LA EDAD MEDIA
I.- ESPAÑA PRERROMANA: PUEBLOS INDÍGENAS Y PUEBLOS
COLONIZADORES
1.- Pueblos
indígenas: iberos y celtas
- Iberos: predominaban en la zona de la actual Andalucía, Murcia,
Valencia y Cataluña. Eran, entre otros, los turdetanos, bastetanos,
layetanos...Sus poblados eran amurallados en colinas de fácil defensa y con
viviendas rectangulares. Su economía era agrícola (trilogía mediterránea:
olivo, vid y trigo)) y eran expertos en minería y metalurgia (famosa su típica
espada: la falcata) por
influencia y contacto con los pueblos colonizadores del Mediterráneo oriental
-lo cual resulta obvio en el arte, acuñación de moneda, estructura urbana y
escritura-. Su organización social era tribal con fuerte jerarquización,
dominando la aristocracia guerrera (caudillos).
Su religión era politeísta y aparecen numerosos santuarios y necrópolis con
figurillas a modo de exvotos (caballos).
En arte, de influencia oriental, sobresale la escultura en piedra o bronce de
gran tamaño: Dama de Elche; Dama de Baza; Dama oferente; Bicha de
Balazote, y la cerámica hecha en torno con figuras de color rojo o
negro, geométricas o escenas de guerreros.
- Celtas: predominaban en el Nte (galaicos, astures, cántabros,
vascones) y W (lusitanos). Sus poblados eran los castros, poco urbanizados y situados en montículos amurallados y
casas de planta circular. Trabajaban el bronce y el hierro para elaborar sus
instrumentos de labor (arados, hoces), armas (espadas, puntas de lanza) y
objetos de adorno (broches, fíbulas). Su organización social era tribal,
hablaban indoeuropeo y no conocían la escritura. Su base social era el “gens”
(forma intermedia de familia y tribu).
2.- Pueblos colonizadores: fenicios, griegos y cartagineses
- Fenicios: procedían de Fenicia (Siria) que controlaban todo el
comercio en el Mediterráneo y sobre el 1100 aC . fundaron Gadir (Cádiz), interesados
por el cobre, plata y plomo. Más tarde fundaron Málaga, Almuñécar, Adra. Eran
enclaves cuya unica misión era intercambiar con los indígenas para obtener los productos
deseados. En sus necrópolis aparecen sarcofagos antropoides.
- Griegos: diferentes oleadas colonizadoras emprendidas por polis
griegas arribaron a la península iberica en forma de colonias de poblamiento y
colonias de explotación (los rodios, samios y focenses), fundando Masalia
(Marsella), Rosas, Emporiom, Hemeroskopeion, Akra-Leuke (Alicante).
- Cartagineses: Cartago (actual Túnez) fue fundada por los fenicios.
Cuando Tiro cayo en poder de los asirios se convirtio en la ciudad hegemónica
de todas las colonias fenicias estableciendo una talasocracia (marino poder),
dominando todo el sur de la península Ibérica, fundando Ebusus (Ibiza),
Villaricos (Almeria) y sobretodo Cartago Nova (Cartagena) que se convirtió en
su principal enclave en la península. Este creciente poder de Cartago en Iberia
y el nacimiento de una nueva potencia en el Mediterráneo (Roma) explicarían la
génesis de las guerras púnicas y posterior conquista romana de la península
ibérica y su transformación en una provincia romana.
II.- LA
HISPANIA ROMANA (218 Ac .-476)
1.- La conquista romana. Tres etapas:
A) Durante
la 2ª guerra punica (218-205): Levante
y Andalucía. A la muerte de Asdrúbal le sucedió Anibal, dominando los
cartagineses el sur y levante peninsular hasta Valencia. Por el Tratado del
Ebro (226) con los romanos, Cartago se comprometía a no extenderse mas alla de
este rio. El ataque y destrucción por Anibal de la ciudad de Sagunto, aliada de
Roma, desencadenaría el inicio de la 2º guerra púnica: Anibal atravesó los
Pirineos y los Alpes y vencio a los romanos en Tesino, Trebi, Trasimeno y
Cannas, pero estando a las puertas de Roma, no se atrevio a tomarla. Los
romanos atacaron a los cartagineses en su principal base de avituallamiento,
Iberia. Cneo Scipion desembarco en Ampurias y consiguió la alianza de algunos
pueblos indígenas, ocupando desde los Pirineos hasta el Ebro. La derrota
sufrida por la escuadra cartaginesa en la desembocadura del Ebro y por los
caudillos indígenas Indibil y Mandonio, dejaria en poder de los romanos todo el
levante hasta Cartagena.
Pero
seria la venida de Publio Cornelio Scipion con mas legiones lo que significaria un definitivo triunfo de
Roma frente a Cartago: desembarca en Tarraco, confirma alianzas y ataca y
conquista Cartago Nova, derrotando a cartagineses una y otra vez en la Betica hasta conquistar el
ultimo reducto punico en Iberia: Cadiz (205) y quedando sometido al
poder de Roma el territorio que antes dominaba Cartago.
B) Conquista
del Centro y Oeste (205-133). La zona
dominada por los romanos fue dividida en dos provincias gobernadas cada una por
un proconsul: la Hispania
Citerior (desde los Pirineos hasta Murcia) y la Hispania Ulterior
(Murcia y Andalucia). El levantamiento de los ilergetes en la Citerior provoco que el
Senado enviase a sofocarlo a nuevas legiones al mando de Marco Porcio Caton,
siendo vencidos los hispanos en Ampurias. Pero el levantamiento y acoso de las
tribus de la Meseta ,
llevaría a Roma a emprender nuevas
campañas, siendo los dos sucesos mas relevante las luchas contra los lusitanos
y su caudillo Viriato (murio asesinado mientras dormia a manos de sobornados) y
las luchas contra los arevacos de Numancia (cerca de Soria), ciudad que acogio
a las tropas fugitivas de Viriato y no las entrego, enfrentándose y venciendo
en diversas ocasiones a los romanos, hasta que el Senado envio a Publio Scipion
Emiliano (el vencedor de Cartago en la 3ª guerra punica) que sitio Numancia.
Los numantinos prefirieron darse muerte antes que rendirse a Roma (133 aC .) por lo que los
romanos controlaron la Meseta
y la Lusitania. Solo
les faltaba conquistar la cornisa cantabrica.
C) Conquista de la cornisa
cantabrica (29-19 aC .).
Durante la
Republica Hispania fue un territorio romano mas,
repercutiendo todo cuanto acontecia en la metrópoli, (como las guerras civiles
entre los partidarios de Mario o Sila, y
entre los partidarios de Cesar o Pompeyo) y fue romanizándose paulatinamente,
quedando solo las tribus del norte por conquistar, labor que emprenderia
personalmente el primer emperador Octavio Cesar Augusto. Los cantabros
empleaban la guerra de guerrillas (ataque por sorpresa), hostigando
continuamente a las legiones que no lograban dominarlos. Ya en Roma, Augusto
envio a su yerno Agripa que logro vencerlos definitivamente el año 19 aC . Dando por finalizada
la conquista de todo el territorio peninsular. ** ___Para ver en el contexto en el
que se inicia la conquista romana hemos de hacer referencia a las guerras
púnicas. En el Mediterráneo central habían surgido dos potencias expansivas:
Roma y Cartago, el enfrentamiento entre ambas era inevitable. La primera guerra
(264-241 a .
de C.) concluyó con la derrota cartaginesa y la conquista romana de Sicilia,
Córcega y Cerdeña. Ante la obligación de pagar una fuerte indemnización a los vencedores,
los cartagineses se replegaron hacia la península Ibérica, intensificando su
dominio, de ella extraían metales, hombres... Asdrúbal fundó Cartago Nova e
hizo de ella su capital. Pero Roma seguía extendiéndose y esto dio lugar a una
segunda guerra púnica (218-201
a . de C.), el pretexto fue el ataque a Sagunto, ciudad
aliada de los romanos, por parte del cartaginés Aníbal, este hecho motivó el
desembarco de los romanos en Ampurias en el año 218 a . de C.
A) La ocupación del litoral
mediterráneo (218-Se enmarca en el contexto de la segunda guerra púnica. En este periodo los romanos, casi sin resistencia, ocupan el litoral mediterráneo y los valles del Ebro y del Guadalquivir. Todos estos pueblos tenían un alto grado de desarrollo por el contacto con los pueblos colonizadores, su elevado desarrollo hace que no opongan casi resistencia y que asimilen rápidamente las formas de vida romanas. Además, en esta zona no hay obstáculos geográficos que dificulten la conquista.
B) La conquista de
La conquista de esta zona les costó mucho a los romanos, además de los accidentes geográficos, el nivel de desarrollo de estos pueblos es escaso y veían con hostilidad el modelo de civilización romana. Las guerras fueron durísimas y de los enfrentamientos con los romanos destacamos dos: Viriato y Numancia. Viriato fue un caudillo lusitano que mantuvo en jaque a los romanos gracias a la utilización de la guerra de guerrillas, al final fue asesinado por varios de sus capitanes sobornados por los romanos, su derrota abrió a Roma el oeste peninsular. En Numancia los celtíberos presentaron una resistencia feroz ante el sitio de los romanos, la llegada de Publio Cornelio Escipión puso a la ciudad en una situación límite, y sus habitantes prefirieron destruirla y suicidarse antes que caer en manos de los enemigos, era el año
En los últimos años de esta etapa Roma atraviesa varias guerras civiles, en la última dos generales victoriosos se disputan el poder de
C) La pacificación de la franja cantábrica (29-
En estos diez años se desarrollan las guerras cántabras, dirigidas por el emperador Augusto. Roma perseguía la pacificación de estos pueblos, el acceso a los ricos yacimientos de la zona y que dejaran de atacar a las ciudades romanas. Casi toda la población acabó esclavizada. Roma fundó una serie de ciudades y campamentos militares para contener a estos pueblos: León (sede de
2. La romanización
La romanización es el proceso por el cual los habitantes de
Los factores que determinaron la romanización fueron los siguientes:
a) La vida urbana, las vías de comunicación y el comercio.
Roma se aprovechó de las ciudades existentes en
E
b) El papel del ejército.
Es fundamental, el ejército fue un importante vehículo de romanización, los soldados llevaban la lengua, creencias y costumbres de Roma y las difundieron por todo el Imperio. Roma contaba también con tropas auxiliares hispanas que en contacto con lo romano se romanizaron rápidamente, además, al término del servicio militar se asentaban en tierras entregadas por Roma, a donde llevaban su civilización. Los campamentos romanos atraían a mujeres, mercaderes, artesanos... y muchos de estos campamentos acabaron transformándose en ciudades (León, Mérida, Zaragoza, Barcelona).
c) La concesión de la ciudadanía romana.
No todo el mundo tenía el título de ciudadano romano, el recibir un indígena éste, significaba muchos privilegios y un alto honor, normalmente lo recibía gente que colaboraba con Roma y tenía un alto grado de integración en el mundo romano, era un título ansiado por muchos. Al principio a muchos ciudadanos se les otorgó la ciudadanía latina (con muchos menos privilegios) y, por último, con Caracalla, toda Hispania recibiría la ciudadanía romana.
d) La economía.
De manera general podemos decir que la economía de
En la agricultura hemos de destacar la perfección de los sistemas de cultivo con la introducción de sistemas de regadío y de herramientas más perfectas como el arado romano. La base de la producción seguía siendo la trilogía mediterránea (cereales, vid y olivo), el trigo de Hispania junto con el de Sicilia llenaba las despensas de Roma, el vino español era muy preciado, así como el aceite. Estos productos llegaban a la capital de dos formas: por tierra, a través de la tupida red de calzadas que llegaban a Roma, o por mar hasta Ostia, el puerto de Roma.
En cuanto a las formas de propiedad de la tierra hemos de hablar de tres fundamentales: la privada (casi toda en manos de grandes terratenientes), la pública (tierras pertenecientes al Estado) y la tribal (en el norte). Como caso curioso diremos que el latifundismo andaluz parte de esta época,
Hispania era famosa también por su gran riqueza de minerales: oro en León (Las Médulas) y Asturias, plata en Sierra Morena, cobre en Río Tinto (Huelva), plomo en Cartagena. Los romanos perfeccionaron las técnicas de extracción de minerales, y muchas de las minas que ellos abrieron siguen en explotación. Todos estos productos iban a parar a la capital del Imperio, y se utilizaban, entre otras cosas, para acuñar moneda. Una parte reducida de los metales preciosos se quedaban en
En cuanto a la industria no había en España, a diferencia de otras zonas del mundo romano, zonas especializadas en la producción artesanal, con la excepción de algunas industrias textiles de Levante y las salazones y de transformación de la pasta de pescado llamada garum que enloquecía a los romanos.
e) La sociedad.
En principio la sociedad romana se divide en dos grandes grupos teniendo como referencia un criterio jurídico: la libertad o no de las personas. Así la sociedad se divide entre hombres libres y hombres no libres.
Dentro de los hombres libres podemos encontrar muchos niveles: los honestiores eran las clases pudientes y ricos propietarios (senadores, caballeros, ricos comerciantes urbanos...) formaban, en definitiva, la minoría dirigente; los humiliores, eran, por el contrario, hombres libres pero con pequeñas propiedades: pequeños artesanos, pequeños campesinos... En la parte más baja de los hombres libres estaban los no ciudadanos, aquellos que no tenían derechos políticos pero sí civiles, a diferencia de los esclavos que no tenían ninguno de los dos.
En cuanto a los no libres podemos hablar de dos niveles, por un lado los libertos - esclavos que han sido liberados pero todavía conservan algún rasgo de dependencia con sus antiguos dueños- y los esclavos. Estos últimos son la base de la economía, el motor que mueve al mundo romano, no son propietarios, su situación se hereda de padres a hijos y normalmente se llega a ese estado por las guerras. Entre ellos a su vez hay diferencias, no es lo mismo el que trabaja en el campo que el que sirve en la casa de un rico patricio.
f) La administración y la vida urbana.
Para organizar el territorio Roma dividió la península Ibérica en provincias. La primera división fue tras la segunda guerra púnica, en el
Augusto, en el
En plena crisis del siglo III, en el 297, se hizo una nueva división: Bética con capital en Hispalis, Lusitania con capital en Emerita y
Co
g) Religión y cultura.
La religión romana se basa en el politeísmo y en la tolerancia hacia otros cultos y dioses. A la religión romana tradicional se añadió desde un primer momento todos los dioses griegos a los que los romanos les dan otros nombres. Además, en la época imperial hemos de añadir el culto al emperador. Al extenderse hacia Oriente van a tomar las religiones de otros pueblos: mitraísmo, culto a Isis, a Cibeles... y en los últimos siglos del Imperio se extenderá por él el cristianismo. El cristianismo fue perseguido en principio porque no toleraba a las otras religiones ni reconocía la divinidad del emperador, pero debido a la crisis general del siglo III esta religión fue el consuelo para muchos y el emperador Constantino acabó por legalizarla en el año 313 por el Edicto de Milán. En el 381 se convirtió en la única religión oficial, el cristianismo era lo único que podía dar cohesión al Imperio e incluso sobrevivió a su caída.
La Península se romanizó, sobre todo
h) Las obras públicas.
Se caracterizan por el carácter monumental y por su espíritu práctico. Utilizó la arquitectura adintelada como los griegos, pero también la abovedada (utilizaron bóvedas de cañón, de arista, cúpulas...). Junto a la columna –elemento fundamental en el arte griego- usaron también el pilar y el arco de medio punto.
Entre las obras de ingeniería destacan las calzadas, que fueron usadas hasta bien entrada
En cuanto a los edificios para espectáculos hemos de reseñar los teatros, como el de Mérida o Itálica; los anfiteatros o lugares para luchas de gladiadores y fieras, los de Mérida, Tarragona e Itálica son los más monumentales; los circos, para las carreras de cuadrigas como en Mérida, Córdoba o en Tarragona. Otros edificios importantes fueron las termas, lugares destinados a baños. Como edificios religiosos destacan los templos, copiados de los etruscos y los griegos, las ceremonias no se desarrollaban en su interior sino en las escalinatas, por eso no eran grandes ni podían acoger a la multitud. Cuando el cristianismo se convierte en religión oficial tomará como edificio la basílica, que hasta entonces era un gran edificio pero con usos judiciales o mercantiles, de ahí saldrán las iglesias.
i) El Derecho.
El Derecho es una de las más grandes creaciones del pueblo romano y, mediante el proceso de romanización, una de sus más valiosas aportaciones a la civilización occidental. De toda la herencia dejada por Roma, ningún otro aspecto continúa teniendo una vigencia similar a la del Derecho Romano.
Durante mucho tiempo los romanos se rigieron por preceptos jurídicos inspirados en la costumbre (mos maiorum), que sólo eran conocidos por los magistrados y los pontífices. Ante la protesta de la plebe, una comisión de diez varones (decemviri) se encargó hacia el
Casi un siglo después de la caída del Imperio Romano de Occidente, Justiniano, emperador de Oriente, emprendió la enorme tarea de reunir en un solo cuerpo general las obras de jurisprudencia romana existentes. Esta obra se dio por finalizada en el 533 d. C., y recibió el nombre de Digesto.
Lo más llamativo del Derecho Romano, a diferencia de otros derechos nacionales, es que no desapareció al desaparecer el poder político de Roma. Desde
3. La crisis del siglo III y la descomposición del mundo romano.
En el siglo III el mundo romano atraviesa una profunda crisis que acabará con él, analizaremos aquí las causas de esa crisis.
a) Las causas.
Internas.
Como hemos visto anteriormente, la economía romana hasta el siglo II d. de C., se basaba en el trabajo de los esclavos y la continua llegada de productos a Roma (economía esclavista), para ello era preciso mantener las conquistas y las campañas contra los enemigos. Esa situación va a cambiar radicalmente al detenerse las conquistas y verse el Imperio envuelto en toda una serie de guerras civiles. Esto conlleva la escasez de esclavos, con el consiguiente encarecimiento de éstos, y la subida espectacular de los precios. A la larga habrá que buscar otro tipo de mano de obra. De la misma manera los conflictos internos producen el colapso comercial, a Roma no llegan ya productos y cada lugar tiene que abastecerse exclusivamente con lo que produce, este tipo de economía se denomina economía autárquica, y será una constante hasta el siglo XII. La falta de metales preciosos hace que las monedas se acuñen con menos cantidad de oro y plata y más de cobre, esto origina una devaluación de la moneda con la consiguiente subida espectacular de los precios.
A estas causas económicas hemos de sumar la crisis interna que atraviesa Roma.
Generales victoriosos se hacen con el control de las legiones y avanzan sobre Roma para tomar el poder por la fuerza, provocando la rápida sucesión de emperadores y que el Imperio se desangre en luchas estériles. La misma guardia pretoriana en Roma nombra y asesina emperadores a su antojo, el poder imperial está en su punto más bajo.
Cuando llega algún emperador con más autoridad intenta hacer frente a la situación aumentando los impuestos, devaluando la moneda o decretando la obligatoriedad de que los hijos sigan con el oficio de sus padres, en un intento vano por detener la huida al campo para escapar de la presión fiscal.
Externas.
En esta situación tan lamentable los romanos tienen que enfrentarse a un nuevo peligro: los pueblos bárbaros que están al otro lado de sus fronteras presionan sobre éstas y no encuentran resistencia. En los siglos I y II Roma ha mantenido en jaque a estos pueblos debido a su superioridad militar, ahora, en plena crisis y con un ejército roto y desmoralizado, los distintos pueblos presionan en la parte occidental del Imperio y van a ir penetrando lentamente. En el siglo V todo el Imperio Romano de Occidente está poblado por los pueblos germánicos, que en poco tiempo acabarán con el poder imperial y constituirán reinos: francos, suevos, visigodos, anglos y sajones, burgundios, alanos...
b) Consecuencias.
La primera consecuencia importante de las convulsiones del siglo III es el cambio de modo de producción, ante la escasez de esclavos, los ricos terratenientes van a sustituirlos por los pequeños campesinos libres, éstos les entregarán sus propiedades y trabajarán las tierras de los latifundistas a cambio de la protección armada tan preciada en un mundo tan revuelto. De esta manera nos adentramos en el feudalismo, esbozado aquí de una manera muy arcaica, estos campesinos se convertirán en colonos que es lo más parecido a un siervo feudal.
Otra consecuencia importante es la ruralización. Las ciudades por primera vez en siglos se amurallan, deben resistir los ataques y el pillaje de los pueblos bárbaros ante un ejército romano inoperante. De la misma manera, gran parte de la población va a huir de las ciudades y estas pierden más de la mitad de su superficie. La gente huye porque además de ser inseguras, a éstas no llegan productos y la población urbana soporta una mayor presión fiscal. De esta forma las ciudades van a sufrir un letargo del que no van a salir hasta el siglo XII. La vida se traslada al campo donde se formarán pequeñas comunidades agrarias de carácter autárquico.
Junto a todo lo anterior hemos de destacar la decadencia moral, cultural y artística que preside los últimos momentos del Imperio. En un mundo de tanto sufrimiento las religiones tradicionales no sirven y el cristianismo parece ser la única religión que aporta consuelo al prometer una vida mejor en el más allá.
Organización
político-administrativa.
A) Ciudadanos:
- romanos: gozaban de todos los
derechos (sufragii -voto-; honorum -ser magistrado-; connubium -matrimonio-;
etc. Este derecho fue concediéndose sobretodo en la Tarraconensis y la Betica , hasta que
finalmente Caracalla lo concedio a todos los habitantes del Imperio (212).
- latinos:
estatus intermedio entre ciudadano romano y extranjero (peregrinus) y fue
Vespasiano quien concedio este derecho a los habitantes de Hispania.
B) Colonias, municipios y provincias:
- Colonias:
ciudades fundadas en territorio conquistado y pobladas por ciudadanos romanos o
latinos y tenian fines militares o políticos
y se fundaron sobretodo en época de Cesar y de Augusto. Todas las colonias se
convirtieron en municipios con Caracalla.
- Municipios:
eran ciudades libres que se gobernaban por sus propias leyes y cuyos habitantes
podian obtener la ciudadania romana (una Roma menor). Las instituciones
políticas esenciales al municipio eran: la Asamblea
popular, que adoptaba los acuerdos obligatorios para todo el pueblo; las Curias,
secciones de la Asamblea
que elegian a los magistrados; los magistrados: decuriones (como los
senadores en Roma); consules (como alcaldes); ediles (concejales-vigilancia de
los mercados y policia); cuestores (recaudar impuestos), etc.
- Provincias:
Hispania sufrio diversas reformas territoriales. Durante la Republica se dividio en
dos provincias: Hispania Citerior (Cartagena) y Ulterior (Cordoba); en tiempos
de Augusto: la
Tarraconensis (Citerior+Galicia y Asturias); la Betica (Andalucia) y la Lusitania (Portugal y
Extremadura). Después hubo más divisiones. Al frente de cada provincia habia un procónsul (jurisdicción
militar, civil y criminal).
II.- LAS
INVASIONES DE LOS BÁRBAROS Y LA ESPAÑA VISIGODA (409; 476-711)
El I. Romano entró en crisis
en el siglo III: disminución de los ingresos fiscales, expansión del
cristianismo, encarecimiento de la mano
de obra esclava, sustituida por el colonato. Los colonos eran
pequeños propietarios que para hacer frente a la creciente inseguridad,
entregaron sus tierras a un propietario más poderoso a cambio de protección,
trabajándolas y recibiendo parte de la cosecha (primer paso hacia la
servidumbre típica del feudalismo del medioevo). Los caminos se hicieron
inseguros, disminuyendo el comercio, y los ricos propietarios abandonaron las
ciudades y se fueron a vivir a sus villas en un régimen de autoabastecimiento y
autarquía. Se ruralizó la vida, las ciudades se despoblaron, la economía
monetaria decayó -trueque- y la agricultura se convirtió en la actividad
económica predominante. Los limes se hicieron inseguros y los pueblos bárbaros
acosaron una y otra vez, traspasando las fronteras. En el año 409 los suevos,
vándalos y alanos penetraron en Hispania asolando las propiedades
de los hispanorromanos. Roma tuvo que pactar con otro pueblo bárbaro ya
romanizado, los visigodos, que se habían establecido en los Balcanes,
para que los expulsaran.
Teodorico II expusó de la península a los alanos, a los vándalos (que
se establecieron en el Nte de África) y confinó a los suevos en Galicia. Al
desaparecer el Imperio en el 476, surgió en Hispania el reino visigodo independiente
con capital en Toledo. Paulatinamente se fue unificando y uniformando
todo el país. El monarca se apoyaba para gobernar en el Aula Regia
(Consejo asesor de aristócratas y clérigos) y en los Concilios de Toledo
(Asambleas de carácter civil y religioso). Leovigildo y su hijo Recaredo
dominaron a vascones, cántabros y astures y expulsaron a los suevos del NW y a
los bizantinos del sur; legalizaron los matrimonios mixtos y abandonaron la
religión arriana, convirtiéndose al cristianismo, religión mayoritaria de los
hispanorromanos (apoyo de la
Iglesia ). El rey Recesvinto creó el Fuero Juzgo
como única ley común para toda la población.
Sin embargo, las disputas por el
trono -monarquía electiva- disgregarían la unidad: los partidarios de Witiza,
por ejemplo el conde don Julián, pedirían ayuda contra el rey D. Rodrigo
a los musulmanes del Nte de África: en el 711 Tariq y Muza
vencerían a D. Rodrigo en la batalla de Guadalete y conquistarían toda
la península ibérica, estableciendo su poder durante ocho siglos (711-1492).
La cultura visigoda tuvo influencia romana y cristiana. El latín
se mantuvo como lengua culta, destacó la figura de Isidoro de Sevilla, y
en arquitectura nos legarían el arco de herradura que se transmitiría a la
arquitectura de
Al-Andalus.
TEMA II.- AL-ÁNDALUS
(VIII-XV: 711-1492)
1.- EVOLUCIÓN POLÍTICA:
ETAPAS.- La evolución política de Al-Andalus presenta seis
periodos o etapas:
1ª) Emirato dependiente de Damasco; 2ª)
Emirato independiente de Bagdad; 3ª) Califato de Córdoba;
4ª) Los primeros reinos de taifas; 5ª) Los
segundos reinos de taifas; 6ª) terceros reinos de taifas y el reino nazarí
de Granada.
1ª) Conquista y emirato
dependiente de Damasco (711-756)
Las
luchas intestinas entre los visigodos explicaría la petición de ayuda por parte
de los witizanos a los mulsumanes del Nte. de África: Tariq al frente de
unos 12000 bereberes cruzaría el estrecho y vencería a don Rodrigo en la
batalla de Guadalete y más tarde con el apoyo de Muza y de unos 20000
soldados más, conquistaría toda la península sin encontrar mucha resistencia
entre la población. La conquista fue por capitulación o por pacto, como en el
caso del conde Teodomiro o Tudmir para conservar sus propiedades y
privilegios (cora de Murcia, con capital en Orihuela y más tarde en
Lorca). Sin embargo, su intento en una segunda fase de apoderarse del reino
franco encontraría una fuerte resistencia hasta el punto de que Carlos
Martel los derrotaría en Poitiers (732), obligándolos a traspasar los
Pirineos y creando la Marca
Hispánica o condados que sirvieran de contención. Tanto
esta zona fronteriza como la hostilidad de cántabros, satures y vascones, hizo
que una estrecha franja en el valle del Duero, y también en los Pirineos, se
convirtiesen en “tierra de nadie” que posibilitó en el futuro la creación de
los nuevos reinos cristianos.
Los musulmanes crearon una
provincia (emirato) dependiente del califato Omeya de Damasco, gobernada por un
emir y con estrechas relaciones con Kairuán (Túnez). Pero se produjeron
enfrentamientos entre los diferentes grupos étnicos de los invasores por el
reparto de tierras : a los árabes (la aristocracia), se les asignó las
tierras mas fértiles cercanas al Guadalquivir, Levante y Ebro; a los bereberes,
las zonas montañosas mucho más pobres.
2ª) Emirato independiente
de Bagdad (756-929)
Cuando la dinastía de los Abasíes
de Bagdad destronaron y asesinaron a toda la familia Omeya, el único
superviviente Ad al-Rahman se refugió en Al-Ándalus y se adueñó del poder, proclamando
el Emirato independiente en Córdoba (756). Ad al-Rahman I creó el nuevo
estado andalusí (independencia política pero no religiosa), aumentó la
recaudación fiscal, formó un sólido ejército profesional de bereberes, eslavos
y sirios, y se rodeó de fieles seguidores que controlarían los cargos públicos
de la
Administración. Al-Hakam I haría frente a
revueltas en las provincias fronterizas o marcas que pretendían independizarse
(Zaragoza, Toledo..) y Ad al-Rahman II consolidó el poder y la
centralización del estado cordobés aunque se sucedieron las rebeliones de los muladíes
(cristianos convertidos al islam que vivían con los musulmanes), y de los mozárabes
(cristianos que vivían con los musulmanes y pagaban impuestos).
3ª) Califato de Córdoba
(929-1031)
Ab al-Rahmam III acabó con las rebeliones internas y consiguió que los
reyes cristianos de León, Navarra y condes de Castilla y Barcelona se hicieran
vasallos suyos y les pagaran tributos (“parias”). Rompió los vínculos
con Bagdad y se proclamó califa (sucesor del enviado de Dios): jefe espiritual
y temporal de los musulmanes de Al-Ándalus y del norte de África, y protector
de cristianos y judíos; centralizó la recaudación tributaria, reorganizó el
ejército y creó una nobleza palatina vinculada a su persona. Su hijo Al-Hakam
II fortaleció la estructura política y militar del califato pero además se
preocupó por la cultura y el arte hasta el punto de convertir Al-Ándalus en la
sociedad más avanzada de su tiempo. Durante el califato de Hisam II el
noble Al-Mansur se hizo con el poder y estableció una dictadura militar
basada en sus victorias militares, con más de 100 razias (destrucción de
Barcelona y Santiago). El califato de Córdoba fue la etapa más brillante de la
presencia musulmana en España, pero al morir Al-Mansur, su hijo Abd al-Malik
no supo mantener su autoridad y, a su muerte prematura, el califato se
descompuso: cada territorio luchó por conseguir su independencia con el apoyo
de los reinos cristianos, formándose los primeros reinos de taifas.
4ª) Primeros reinos de
taifas (1031-1140)
En el año 1031 se formalizó la
desaparición del Califato de Córdoba y la formación de 25 reinos de taifas
(“partido, bandería”) o estados independientes, de extensión muy desigual y que
algunos serían conquistados por otros más poderosos. Según fuese su composición
étnica y cultural, se clasifican a las taifas de árabes (Sevilla,
Córdoba, Toledo, Zaragoza), bereberes (Granada, Málaga) y eslavas
-antiguos esclavos de procedencia hispano-visigoda y que estaban islamizados-
(Murcia,Valencia). Muchos de los mejores ejemplos de arquitectura andalusí
-arcos polilobulados- son de este periodo, de gran prosperidad económica y
cultural (Aljafería “palacio fortificado” de Zaragoza) Pero dicha
fragmentación fue aprovechada por los reinos cristianos para exigirles el pago
de parias a cambio de protección, lo que se tradujo en un sensible
avance cristiano en el siglo XI, y ese acoso cristiano llevaría a los reyes de
las taifas de Sevilla y Granada a pedir ayuda a tribus bereberes del Nte. de
África, los almorávides, que frenaron el empuje cristiano y
unificaron de nuevo Al-Ándalus formando un gran imperio hispano-norteafricano
caracterizado por su intransigencia religiosa (persecución de los mozárabes).
5ª) Segundas taifas
(1140-1212)
Sin embargo, el Imperio
almorávide se desintegró en 1140 ante la invasión de un pueblo mucho más
fanático y ultraortodoxo, los almohades del Nte. de África. des eran los
seguidores de un movimiento político-religioso, que brotó hacia el año 1121 en
el Atlas marroquí como protesta contra la inmoralidad administrativa y el desorden
en que había degenerado el imperio almorávide, que gobernaba el Norte de
África y toda la España
musulmana y dio lugar a los segundos
reinos de taifas (Sevilla, Córdoba, Almería) como reinos independientes. Sus
ejércitos derrotaron a Alfonso VIII en la batalla de Alarcos pero la
reacción del papa Inocencio III fue proclamar una Cruzada que unió a todos los
cristianos peninsulares que derrotaron a los almohades en la batalla de las Navas
de Tolosa (1212), fin de los almohades en la península y la creación de las
terceras taifas. Un ejemplo de arquitectura almohade es la decoración en sebka
(rejillas de rombos) en ladrillo(p.e. La Giralda de Sevilla, minarete de la mezquita).
6ª) Terceras taifas y el
reino nazarí de Granada (1212-1492)
Se crearon tres grandes reinos
andalusíes: Granada, Valencia y Murcia. Sin embargo en el s. XIII el empuje
cristiano era imparable y la mayoría del territorio fue conquistado, (a
excepción del reino nazarí de Granada fundado en 1237 por Muhamad ben Nasr -de
ahí nasarí-), donde se creó una administración muy centralizada dirigida por el
rey y los visires, y con gran densidad de población pues iba recibiendo a
numerosos musulmanes que huían de las tierras conquistadas por los cristianos
(base de su riqueza en la agricultura, comercio y artesanía). Pero las luchas
fraticidas serían aprovechadas por Castilla para acabar conquistándolo en 1492.
2.- ORGANIZACIÓN POLÍTICA
Al-Ándalus comenzó siendo una provincia
dependiente de los califas de Damasco al mando de un emir o gobernador.
Sin embargo durante el Califato de Córdoba, los Omeyas se convirtieron en califas
o jefes políticos y religiosos estableciendo una teocracia, presidiendo la
oración de los viernes y aglutinando en su persona todos los poderes, aunque
existía un primer ministro o hachib que mandaba en todos los divanes
o ministerios al frente de los que estaban un visir (ministro); el
fisco se centralizó en época califal en base a la percepción de tributos
(gravaba a los cristianos) y la limosna obligatoria a los musulmanes (zakat);
la justicia estaba a cargo de los cadíes (jueces) mientras la división
territorial era en provincias o coras al frente se encontraba un gobernador
o valí. El poder del ejército se basaba en la yihad o guerra santa
(aunque eran frecuentes los mercenarios, los árabes y sirios ocupaban los altos
cargos militares).
3.- ESTRUCTURA SOCIAL
Cuando en el 711 llegaron los
musulmanes, había unos 4 millones de hab. en la pen. ibérica, mezcla de
godos e hispanorromanos. Al principio el aporte demográfico no sería mucho
(unos 60.000 musulmanes), pero las ventajas que aportaba la conversión
al Islam haría que gran parte de la población se islamizase. Mas tarde
llegarían árabes, persas, sirios, egipcios, como soldados o campesinos. La estructura
social era piramidal: en la cúspide estaba la jassa o
aristocracia árabe (aunque algunos eran de origen hispanovisigodo), minoría
que controlaba los principales cargos de la Administración , tenían
privilegios y grandes propiedades trabajadas por siervos (mozárabes y
muladíes) y percibían parte de los botines de guerra. Por debajo estaban los
artesanos, funcionarios, comerciantes, campesinos propietarios (labradores) y
la plebe urbana. Los bereberes eran el grupo más numeroso (pastoreo y posición
humilde) junto a los muladíes o cristianos conversos al Islam. Practicaron
cierta tolerancia religiosa con los creyentes del Libro (Biblia): judíos
(vivían en las juderías) y mozárabes (cristianos). Por último habían esclavos
negros (procedentes de Sudán) y blancos (origen eslavo).
4.- ESTRUCTURA ECONÓMICA
La economía de Al-Ándalus se
basaba en una sólida estructura urbana con ciudades que en la época eran las
más pobladas de Europa (Córdoba 100.000 s. XI) en donde se comerciaban los
productos agrícolas y artesanales, tanto textiles (lana, seda, algodón, lino),
como del cuero, orfebrería, vidrio, cerámica. Los artesanos trabajaban en
pequeños talleres agrupados en una especie de gremios
En la agricultura, además de la
trilogía mediterránea, incorporaron nuevos productos: frutales (naranjas);
hortícolas (arroz, caña de azúcar); plantas industriales (morera, algodón); y
la agricultura intensiva de regadío (norias, acequias) permitió una producción
que generó excedentes dirigidos a los zocos (mercados) y al comercio
exterior. La existencia de una moneda fuerte y estable en el mundo musulmán (dinar
de oro y dirham de plata) permitió a Al-Ándalus un fuerte intercambio
comercial más allá del Mediterráneo (Europa: esclavos, madera, armas; Oriente:
especias: África: marfil, oro).
5.- LEGADO CULTURAL
ANDALUSÍ
La obligatoriedad de saber árabe
para leer el Corán cohesionó e integró a todas las culturas del mundo musulmán.
Destacaron los andalusíes en los estudios matemáticos, la medicina, la
astronomía: Córdoba se convirtió en la capital cultural de occidente, en donde
las traducciones indias, griegas o chinas permitieron su divulgación por toda
Europa, como ocurrió con la numeración arábiga inventada en la India. En filosofía
destacaron Maimónides, Averroes,
y el sufista y místico murciano Abenarabi (s. XII), cuya tumba en
Damasco es lugar de peregrinación. Innumerables palabras españolas son
de origen árabe (inicio “al”; topónimos “gua”, etc).
En el arte,
a pesar de la prohibición coránica del figurativismo, excepto en los periodos
ultraortodoxos encontramos manifestaciones, pero será en la arquitectura donde
muestren su maestría: uso del ladrillo, decoración de mármol, mosaicos,
alicatados, yesos. Temas epigráficos, vegetales, geométricos. Arcos de
herradura (visigodos), polilobulados, peraltados. Techumbres de bóvedas y
cúpulas con gran ornamentación (mocárabes). Su principal edificio será la
mezquita (la mayor se llama Aljama).
Pero también palacios
como Medina Azahara (936), ciudad mandada construir por Abderramán III a
8 km de
Córdoba (homenaje a su favorita Azahara); la Aljafería de
Zaragoza (s. XI periodo 1º taifas anterior a la venida de los almorávides)
y la Alhambra
de Granada (s. XIII periodo nazarí); alcazabas (recinto fortificado)
como la de Almería y Málaga; Minaretes almohades como La Giralda de Sevilla; o
torres albarranas almohades como La
Torre del Oro de Sevilla.
MURCIA MUSULMANA
El Pacto de Teodomiro o Pacto de Tudmir (713)El Pacto de Teodomiro firmado en 713 entre Teodomiro y Abdelaziz ibn Muza es un documento que recoge las condiciones de armisticio entre las partes y del que han perdurado varias versiones. Constituye el primer documento musulmán de la actual región murciana y es considerado como el acta de constitución del Reino de Murcia y el primer reconocimiento de su unidad política.
Este pacto fijó las relaciones entre conquistadores y sometidos, sus obligaciones y deberes, así como las compensaciones económicas en dinero y en especie, garantizando la soberanía y señalando el estatus jurídico de Teodomiro.
La tolerancia y las buenas relaciones son la base de este trato, reconociendo las urbes del sureste de cierta importancia: Mula, Lorca, Alicante, Elche, Villena y otras poblaciones cuya localización exacta parece indeterminada, siendo Orihuela el lugar que asumía la capitalidad de la zona.
El hecho de que la ciudad de Murcia no aparezca en el Pacto de Teodomiro, reside en que su importancia en el conjunto del territorio era todavía muy escasa.
Mientras vivió Teodomiro, Tudmir no fue ni un principado independiente, ni una tierra sometida a la autoridad directa de los gobernadores árabes, sino que fue una tierra bajo la autoridad del caudillo visigodo, pero ejercida en nombre del wali (gobernador), designado por Damasco para regir los destinos de Al-Andalus. Esta autonomía continuaría con su sucesor Atanagildo. Luego pasaría a ser una provincia islámica dependiente de Córdoba, perdiendo su especial estatus.
La fundación de la ciudad de Murcia por Abderraman II (825)
Las
guerras civiles entre clanes musulmanes renacieron durante el mandato de Abderramán II (822-852). La
revuelta más importante enfrentó a yemeníes y mudaríes (árabes) en la región de
Tudmir. "Un día, un campesino mudarí estaba tomando agua del río
Sangonera y para tapar su cántaro arrancó una hoja de parra de los viñedos de
un yemení que había cerca. No apreciando el último su idea, comenzaron una
fuerte discusión que acabó con la muerte del campesino. Los mudaríes reclamaron
venganza y se inició una guerra civil extendida por toda la provincia de Tudmir", recoge
la leyenda.
El emir
Abderramán II envió al ejército al sureste de Al-Ándalus con una doble misión:
la pacificación de Tudmir y la fundación de una ciudad militar con la finalidad
de garantizar la seguridad y evitar una nueva guerra civil en la cora de
Tudmir. El general Muawiyya fundó la ciudad de Madinat Mursiya el día 25 de
junio del año 825, en un lugar estratégico situado en el valle del río
Segura, sobre un antiguo asentamiento hispano-romano (¿Myrtia=tierra de
mirtos?). Abderramán II nombró a Mursiya (Murcia) nueva capital de la cora o
provincia de Tudmir, en sustitución de Lorca, auténtica capital de Tudmir,
después de Orihuela, que había perdido gran parte de su antiguo papel como
capital administrativa.
La
fundación administrativa de La consagración de la capitalidad de Murcia bajo el califato de Abderramán III
Los propósitos centralistas de Abd al-Rahman II tuvieron un éxito relativo, puesto que la ciudad fue prosperando lentamente, no tanto por ser la sede administrativa del territorio, como por estar emplazada en la mejor zona del Valle del Segura. De modo que, durante el resto del siglo IX, la primacía de Lorca continuó siendo evidente y sólo a partir del siglo X se constata a Murcia como clara capital política y centro económico de Tudmir.
En el año 929 Abd al-Rahman III se proclama Califa de Córdoba inaugurando uno de los períodos de mayor esplendor de Al-Andalus. Al año siguiente de su proclamación como califa, envió un general bereber para gobernar Tudmir, comenzando para este territorio un orden nuevo, caracterizado por la estabilidad social y la prosperidad económica, que terminó por afianzar a Murcia su capitalidad sobre el resto de poblaciones.
El esplendor murciano con Mardanish (el rey Lobo s. XII)
Tras la crisis y desaparición del Califato de Córdoba en el año 1031, la inestabilidad política y social se extiende por Tudmir. En este contexto nace el Reino de Murcia, a partir de una taifa alrededor de la ciudad musulmana de Murcia. Aquel reino incluía la actual provincia de Albacete y parte de la provincia de Almería.
Durante las segundas Taifas, en el año 1147 Mardanish asumió el poder de Murcia, convirtiendo la capital y su corte en un centro político y cultural equiparable con las principales ciudades islámicas del momento. Tras veinticinco años de esplendor, Ibn Mardanish fue derrotado por los almohades, muriendo en Murcia en 1172.
La hazaña de Abenhud (XIII)
Uno de los últimos episodios importantes de la historia islámica murciana tendrá lugar al concluir el dominio almohade sobre Al-Andalus. Tras la victoria de Alfonso VIII de Castilla en las Navas de Tolosa (1212), el clima de inestabilidad y el peligro de las fronteras perfilan el contexto histórico en el que AbenHud inicia su aventura en un intento de crear un nuevo reino independiente. Ibn Hud (Zaragoza, fines del siglo XII-Almería, 1238), fue un rey andalusí que conquistó casi la totalidad de los territorios de Al-Andalus de 1228 a 1237. Era descendiente de una importante familia de abolengo, la dinastía hudita de Zaragoza. En el año 1228 entró en la ciudad de Murcia a la que convirtió en capital de un amplísimo territorio (Córdoba, Sevilla, Málaga, Almería..) y en donde construyó el Alcázar Seguí (convento Las Claras), proclamándose emir, y sublevándose contra los almohades extendiendo su poder por todo el sureste peninsular. Sin embargo, el avance cristiano fue desmoronando el territorio de AbenHud, hasta el punto de que en 1243, el territorio murciano se sometió al protectorado del rey castellano Fernando III con la conquista de su hijo, el futuro Alfonso X. Dice la leyenda que AbenHud moriría asesinado en Almería por uno de sus propios gobernadores. Como ejemplo del rico y abundante pasado musulmán de Murcia citemos: Medina Siyasa (Cieza), el castillo de Lorca y los restos de todo un barrio en San Esteban (Murcia).
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